Educación Artística

Transvanguardia del Rostro (Arte moderno de México)

domingo, 1 de agosto de 2010

Dentro del arte mexicano del siglo XX se ve surgir la llamada “Transvanguardiación” o “Nueva Imagen”, en donde existe una mezcla de estilos, donde figura y abstracción ya no se plantean como alternativas separadas, sino que se combinan en una nueva realidad. Un elemento importante de esta tendencia es el volver la mirada a lo nacional y al pasado histórico, mítico y religioso particular de cada país. Así, en México se ve surgir una nueva noción de "mexicaneidad" en las obras de arte que reúnen el pasado prehispánico con símbolos surgidos en la Colonia, todo esto unido a la cultura popular y al pasado.
Un concepto que une a tres autores dentro de la transvanguardiación es el “Rostro” que explica el sentimiento, en los cuales se encuentran Frida Khalo, Julio Galán y Nahum Zenil.
Para el artista plástico mexicano Nahum Zenil el catolicismo tradicional en el cual fue educado y la mitología de los pueblos indígenas no lo involucraron de un todo, el tema primordial del arte Zenil es el propio artista. Prácticamente todas sus obras se han ocupado de su propia imagen.
Zenil ha sido durante mucho tiempo un ferviente defensor de los derechos gay en México, se ha proyectado a sí mismo tanto en su arte como en su vida privada como uno de los activistas más firmes del país en las esferas cultural y política. Sus obras contienen a menudo vinculaciones con el arte que expresa una sensibilidad gay, el homoerotismo.
Uno de sus vínculos en el arte es su cuerpo o rostro, tanto en vestidos y desnudos, que emplea como espacio personal. Él se apropia y reinventa, toma composiciones y motivos de Kahlo (que también se ve como un símbolo de la liberación sexual y la libertad).

En cuanto a sus obras se destaca “Corazón, Corazón”. Este trabajo de Zenil, como la de su compatriota Frida Kahlo, expresa un rostro junto a símbolos de libertad y liberación sexual sobre la base de sus experiencias como un hombre gay en una muy conservadora sociedad católica. La característica del artista en esta obra y muchas otras es de protagonista principal, se representa en el centro, dentro de un corazón humano, abierto y sangrando como forma de santo o mártir, su cara aparece coronada por una maraña de espinas, (con atributos del Sagrado Corazón), que representa el martirio de Cristo, Nahum Zenil – Corazón, Corazón
objeto de veneración que hizo popular en México durante la época colonial.


Al interiorizarnos en sus obras observamos que Frida Kahlo y Nahum Zenil tienen mucho en común, existe un plano erótico-fálico, donde el artista desborda todo su ser y se muestra totalmente desnudo de cuerpo y alma, algunas de sus características es que se pintan a sí mismos, de niños, de adultos, en diferentes escenarios, siempre predominando en sus autorretratos. Su rostro en los cuadros siempre están serios y destacan más sus rasgos indígenas, aunque Zenil en persona es más blanco y más español, esto nos muestra el orgullo que siente por sus raíces indígenas.
También encontramos raíces del arte popular mexicano, ya que su obra está llena de elementos populares, como las máscaras, los colores, las flores, sillas rústicas, marionetas, elementos de la iglesia católica, figuras de santos, ángeles, cristos, el cielo, el infierno, la vida, la muerte y otros elementos como los colores de México, verde, blanco y rojo.

Frida Khalo se inclina por una figuración inspirada en las alegorías nacionalistas, una mezcla de transvanguardia y kitsch donde su vida va acompañada de su obra, es decir arte-realidad que la muestran como víctima y testigo expectante de su entorno y de su tiempo.
Así como el artísta Zenil, Frida en sus obras es la principal narradora de su dolor y no descansa en retratarse como víctima del amor, donde trata de robar felicidad a la que ella se aferra como única salida posible de su gran amor Diego Rivera.
Frida tiene como resultado pictórico de sus autorretratos una profusión de adornos y de símbolos que enmarcan o invaden el rostro, que permanece inmutable, con la mirada fija y penetrante que surge de detrás de sus tupidas cejas y desde el fondo de su alma su cuerpo atormentado. Un rostro que representa una mujer enérgica y vivaz, que enfrenta con tenacidad a la adversidad y al destino. El cuerpo real de Frida Kahlo es sobre todo un objeto portador de enfermedad, que sin embargo, en su pintura no la describe, sino que intenta explicar las consecuencias de la enfermedad producida en su estado de ánimo, la manera en cómo ésta afecta a su vida y en toda su complejidad existencial, transmitiendo la impotencia y la desesperación humana.
Dentro de su vida en el arte Frida también incursiona en la revolución con la subjetividad, su adhesión al programa comunista, aun con sus contradicciones o limitaciones, en nada difirió de su compromiso con la causa revolucionaria en la liberación de las imágenes contra la burguesesía mexicana. Sus obras estaban muy comprometidas con el pueblo mexicano que, a pesar de los detractores y los defraudadores, mantenía correas de transmisión revolucionaria permanentes.
Dentro del concepto rostro, Frida Khalo tiene una obra llamada “Autorretrato con vestido rojo y dorado” en la cual se interpreta dolor, coraje, ironía, soledad, tristeza, fortaleza, carácter y rigidez, tiene una increible perfección de las sombras para trazarse así misma y representar sentimientos en su rostro entero, reinventa su personaje adornándolo con unos peinados que conllevan una simbología, el pelo adquiere un significado real del estado de ánimo, en su peinado podemos ver su rebeldía y su desazón fijándonos en el tocado. Los vestidos, como los que nos aproximan a la mujer con gustos nacionalistas mexicanos mediante el vestido típico de tehuana, o como los huaraches indíge- Frida Khalo - Autorretrato con vestido rojo y dorado
nas y otros más europeos, que en todo caso revelan el intento de envolver su desgraciado cuerpo.

Frida Kahlo , por el destino, creadora de su propio personaje, sujeto de su propia obra, obra que la coloca como una de las artistas pilares del arte mexicano de todos los tiempos. En particular gustan mucho por su nivel de expresión y representación hacia si misma. Con esto se concluye que el artista expresa su arte con su sentir, y con todo el contexto histórico que le rodea, plasma impresión al dejar en sus obras sentimientos, sufrimientos, momentos, vivencias, experiencias y todo lo que lo conforma como un verdadero artista. Khalo muere el 13 de julio de 1954 en su Casa Azul de Coyoacán.

Luego de referirnos a Zenil y Khalo nuestro tercer artísta plastico es Julio Galán, quien fue un gran pintor mexicano de arte contemporáneo, considerado como el renovador de la plástica mexicana de los años 1980.

Julio Galán tal vez sea el artista más importante de su generación, que fue la del “neo-mexicanismo”, donde encontramos a otros grandes, como el narcisista Nahum Zenil.
En la década de los ochentas, el neo-mexicanismo le dio un nuevo impulso al arte mexicano, y cuestionó fuertemente las identidades: nacionales, sexuales y personales. Dentro de este arte también hay similitudes entre la obra de Julio Galán y la de Frida Kahlo, ambos son artistas vivenciales, para quienes vida y obra van de la mano y forma inseparable. Ambos beben de la fuente del arte popular; Julio Galán bebió, además, de otras fuentes, entre las que están, también, la pornografía gay como lo fue Nahum Zenil, con toda su carga de estereotipos kitsch, y del arte religioso, lleno de erotismo enfermizo y también muy kitsch.
Dentro se sus obras existe una realidad que toca el drama, el humor, el sarcasmo y lo cotidiano, pero con una carga fuerte de vanidad, con trazos gruesos, colores opacos y cuestionamientos profundos del "yo" que son parte esencial de su obra, podemos ver además su propia historia, íntima y muy personal con múltiples formas que adopta la subjetividad del cuerpo como sujeto y objeto del discurso y del deseo. El cuerpo como objeto de culto, de amor, de pasión, el cuerpo que se transforma, se viste, se cuida, se re-presenta, como símbolo de emancipación sexual, de raza, de ideologías religiosas, una defensa a la individualidad, al ser universal, único.
En cuanto al concepto de rostro Galán incluye elementos glam, góticos, exóticos, desde la pintura en su rostro como uñas pintadas en negro o blanco, gruesas cadenas y candado al cuello, joyería exagerada con grandes collares, hasta crucifijos, prendedores en el cabello, y sombreros en variedad de formas.
Una de sus obras más importantes que produce es “Mis amigos secretos”.
Esta obra trata del retrato de un hombre joven con tres manos, severamente vestido de oscuro, la mirada vacía (similar a las obras de rostro de khalo), y el rostro lastimado por una especie de costuras o cicatrizaciones mal logradas. En el pecho, un corazón de plata de signo religioso. De unas hendiduras de la tela hechas con evidente violencia donde salen cuerdas que alcanza al protagonista. Unos borrones blancos se convierten en una señal que marca el lugar de los genitales. En el fondo, sobre una coloración muy delicada, que acentúa, por contraste, la extraña soledad del personaje. Se puede leer una inscripción: Cleopatrae a Marcantonio, la remota alusión auna de las relaciones de amor más trágicas de la historia, una pasión que concluyó con el suicidio de la Julio Galán – Mis Amigos Secretos.
protagonista. La inscripción se transforma en una lápida adecuada a esa especie de cadáver viviente con tres manos, una de ellas posiblemente ajena.

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